Dolor cervical
DOLOR CERVICAL
La zona cervical está compuesta por siete vertebras y una gran cantidad de músculos y nervios.
A lo largo del día nuestro cuerpo se ve sometido a mucha presión ya sea por trabajo o por un estrés o ansiedad. Esto nos provoca dolores en la cabeza, mandíbula, hombros y brazos. El dolor en cervicales se forma porque los músculos del cuello se tensan, aplastando las vertebras entre sí, generando una presión en los vasos sanguíneos e irritación en las ramas nerviosas, facilitando dolores de cabeza, mareos e incluso adormecimiento de las extremidades
¿Qué causas suelen ser las culpables?
Pues bien, hay varias causas como pueden ser las caídas o accidentes (latigazo cervical), pero las actividades diarias son más responsables:
- Trabajar frente a un ordenador durante varias horas seguidas del día.
- Habito de posturas malas y repetitivas.
- Descansar mal, la almohada desempeña un papel importante en nuestro descanso por ello debe aportar a nuestro cuello y cabeza un apoyo apropiado.
- Estar sometido a mucho estrés o ansiedad.
¿Cuáles son los síntomas?
- Dolor en cabeza (aparecen las llamadas cefaleas tensiónales, jaquecas, migrañas)
- Adormecimiento o debilidad en los brazos o manos (resulta de la compresión de los nervios del cuello).
- Tensión en la mandíbula, bruxismo.
- Aumento de estrés.
¿Qué se recomienda?
En Centro de Masajes Árnica te proponemos algunos consejos para evitar la aparición de dolor cervical.
- Tener un buen descanso usando almohadas que se ajusten bien al cuello.
- Reducir la actividad física para calmar los síntomas y bajar la inflamación.
- Tomar analgésicos con moderación y bajo una prescripción médica, ya que el uso abusivo de medicamentos puede agravar problemas de sobrecarga en el hígado.
- Realizar ejercicios:
- Movimientos circulares con la cabeza. Mover la cabeza de forma que dibujes un circulo imaginario en torno a ella lo más grande posible y de manera lenta para evitar mareos.
- Elevar hombros. Mover los dos hombros a la vez hacia arriba y descenderlos de manera controlada y despacio.
- Negación. Mover la cabeza de derecha a izquierda girando el cuello como si estuviéramos negando. Otra variante, sin girar el cuello, mover la cabeza de derecha a izquierda intentando apoyar la oreja sobre el hombro.
- Barbilla sobre el pecho. Te ayudas colocando las manos sobre la cabeza y tratando de tocar el pecho con la barbilla. Manteniendo la posición durante 20 segundos.
NOTA: Todo estiramiento debe realizarse de manera controlada y con mucho cuidado, ya que la zona es muy sensible.
- El último consejo que damos en Centro de Masajes Árnica es recibir masajes terapéuticos, proponiendo los siguientes:
- Osteopatía. Se basa en realizar un tratamiento mediante manipulaciones utilizando un amplio abanico de técnicas, aliviando los dolores y devolviendo el equilibrio al cuerpo. El paciente en la mayoría permanece tumbado y colabora con el osteópata mediante respiraciones.
Las sesiones suelen durar entre media hora y cuarenta y cinco minutos, el numero de sesiones y cada cuanto tiempo debe tratarse depende de la respuesta del cuerpo y del problema.
- Acupuntura: Se basa en colocar unas agujas, hacer presiones o poner calor en zonas concretas del cuerpo, llamados puntos de energía, consiguiendo un equilibrio y una relajación de la zona muscular o nerviosa que esté afectada, produciendo un alivio.
- Radiofrecuencia: Mediante radiofrecuencia aumentamos la temperatura de la zona dolorida, produciendo un aumento del riego sanguíneo y una relajación de la musculatura, mejorando las contracturas y aliviando el dolor.
- Masaje descontracturante. Se realiza un buen masaje con una presión adecuada sobre la zona, consiguiendo una vasodilatación, aliviando los dolores de cabeza (migrañas, jaquecas..) y liberando tensión muscular consiguiendo que toda la zona cervical y craneal se relaje, aliviando los dolores. Dicho tratamiento termina con estiramientos y movilizaciones en todo el cuello.
Se aconseja un masaje de media hora por semana.
- Pilates: Ayuda a corregir malas posiciones y a fortalecer la musculatura tanto abdominal como de la espalda, para que no vuelvan aparecer las contracturas.
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